lunes, 21 de febrero de 2011

Un regalo

A veces nos cuesta reaccionar. Somos mentes racionales, inteligentes ,con actividad neuronal aún por descubrir, tenemos enlaces cerebrales de desarrollo muy superior, pero a veces nos cuesta reaccionar. El ser humano está dotado de actividad intelectual que debe ser puesta al servicio de la mejora de vida tanto propia, como de sus congéneres como de la propia vida que le rodea. Así, los seres humanos buscamos formas de mejorar la existencia y calidad de vida de nuestros mayores, de nuestros “cachorros” , de las especies animales a quienes decidimos dar cobertura y de las plantas que nos proporcionan beneficios. El intelecto humano al servicio de la vida misma.
Pero a veces nos cuesta reaccionar, así existen especies de animales en peligro de extinción, plantas cuyas propiedades no hemos sido capaces de descubrir por haber acabado con su hábitat natural o congéneres nuestros a quienes no somos capaces de proteger de nuestra propia ineficacia. Aunque, en honor a la verdad, no siempre es así. Es habitual que otros seres humanos reaccionen de una manera mas pronta, que vean mas allá de las palabras, que adivinen las intenciones, que sus circuitos neuronales no se rijan por el exceso de cautela o el inmovilismo. A estos últimos , a los que reaccionan a tiempo va dirigida esta pequeña loa y mi mas profunda admiración. A los que faisán no solo les suena a pájaro de vuelo torpe y plumaje vistoso ( solo en el caso del macho), a los que admiran la autoridad moral de los luchadores y cuestionan la autoridad sin moral, a los que ejercen luego son y no a los que son sin ejercer, a los que creen en la labor del equipo y que esta debe estar al servicio de la comunidad, a los que ven los problemas venir y tratan de anticiparse, a los que no esconden errores propios en espaldas ajenas. En definitiva MI ADMIRACION mas profunda a los que reaccionan porque entienden que es mejor reaccionar que caer en el inmovilismo, porque entienden que la cautela no es no hacer nada, porque creen que el grupo debe estar informado para poder ejercer así mejor su derecho a pensar, a discrepar, a decidir.
Ojo a los salvadores de la patria, ojo a los que el interés común se reduce a la distancia que hay entre su cabeza y su ombligo, ojo a los disfrazadores de realidades, ojo... se hace necesario reaccionar con cautela pero arrimando el hombro, con raciocinio pero con el poder que el sentimiento tiene, sin acritú ( que diría aquel) pero convencidos que nadie vela mejor por nuestros intereses que nosotros mismos.
A todos aquellos que no se callan, que aportan sabiduría y experiencia al bien común, que se acuestan cada noche habiendo aprendido algo mas, A TODOS LOS QUE REACCIONAN.
Hay tanto por hacer.

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