Estimado señor Juan Carlos:
Me dirijo usted a través de esta misiva, para conocer su estado de salud ya que desde su paso por mi país natal, no he vuelto a saber de su persona.
He podido leer a través de Internet, de que sufrió una lesión mientras un hermano elefante chocaba a drede sobre unas de sus balas.
Primero es saber si se ha recuperado y segundo lugar, como presidente de la asociación de elefantes neo-conservadores del mundo, asociación creada por mi fundador el querido Walt, lamentar que uno de nuestra especie haya tenido la osadía de estropear su día de merecido descanso.
Mire conocemos que últimamente no duerme bien por culpa del paro juvenil existente en el paraíso español, que los rojos españoles le quieren controlar sus humildes ingresos y además mandarle al paro y para rematar su nieto se pega un tiro junto a su padre, que por suerte no ha sido nada.
Y encima, para colmo de su vida penosa y calamitosa, su sofi, me consta, no le habla por culpa del indeseable elefante que se suicido contra su bala.
Pues estimado Juan Carlos, que sepa todo el mundo que yo y la asociación a la que represento hemos decidido nombrarle, presidente honorífico de la asociación de elefantes neo-conservadores del mundo y otorgarle la trompa de oro (la del elefante claro, por que también nos consta que las trompas de beber ya se las coge, ¿o esa las pillaba el oso yogui?) y hacemos un llamamiento a los republicanos españoles para que dejen a Juan Carlos tranquilo que esta muy estresado.
Gracias Juan Carlos por haber dado a conocer a nuestra especie
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